Ven a dormir conmigo: no haremos el amor. Él nos hará.
Julio Cortázar
Un cruce de miradas.
Un estremecimiento
que nace
desde lo más profundo
de las entrañas.
Un primer pensamiento
que se escapa
con premeditación
y alevosía.
Un simple roce despistado.
El aire de un susurro
que acaricia la piel
erizando los sentidos.
Un deseo.
Un primer abrazo torpe,
un beso vergonzoso.
Tapa su boca con la suya,
lo besa con Amor,
haciendo callar las palabras,
que son innecesarias.
Dos cuerpos desnudos,
entrelazados,
envueltos en perfumes
de naranjos amargos
y jazmines.
Aprieta su cuerpo al de él,
sus pechos desnudos,
recorren su cuerpo
como una marea lenta.
Una sonrisa,
una confesión,
el regalo de dos
palabras inesperadas.
Dejan de sentir el dolor
de la ausencia,
para abrazarse
a la calidez que les regala
la vida.
Sentir y amar
hasta morir,
hasta decir basta,
hasta hartarse,
para volver a comenzar
en un bucle infinito.
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