Anclada en la frontera de la desesperación,
perdida,
se soltó de su mano
huyendo del miedo.
De las promesas de futuro
que se desvanecieron.
Escapo de la culpa,
del ayer,
de su presente vacío ,
de la oscuridad, del llanto,
para no quedarse
sin alma.
Dejó que la vida
y la suerte resolviera
su destino;
todo o nada,
cara o cruz,
blanco o negro
sin medias tintas
y la vida por delante.
Sin suplicas, ruegos,
ni miedos
viviendo de cara
hacía el viento,
se fue muy lejos
para vivir la vida
de nuevo.
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Mi Libro de poesías: "La vida me sorprende": E editorial ArtGerust : La vida me sorprende
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